Decálogo de Jesús Botello.

Dentro de las líneas de actuación que marcan mi manera de entrenar quiero destacar 10 puntos. El orden no es importante, sí lo es el fondo.  Detrás de esta lista hay una idea que refleja la filosofía de trabajo que sigo siempre: LA PROFESIONALIDAD.                         


Cuando un equipo me contrata, independientemente de la categoría o del sueldo, soy un profesional, resumiendo este concepto en  que si me llamase un equipo de Primera División no podría hacerlo mejor ni con más ganas. Dar en tu trabajo lo mejor de ti, sin reservas, te da la tranquilidad moral y profesional de estar por encima de los resultados y de ganarte el respeto de tus jugadores. Por ello quiero compartir este decálogo, para que me ayudéis a ser mejor como entrenador y como persona.


                                             DECÁLOGO                   
1. Planificación anual, mensual y semanal.
Sólo con una correcta planificación se puede improvisar sin riesgos. Desde la pretemporada se tienen que marcar las líneas básicas de trabajo, horarios, instalaciones, viajes, seguimiento de las categorías inferiores... no siendo partidario de la planificación física (macrociclos, microciclos...) sino priorizando una progresiva adaptación técnico-táctica de la cual se obtendrá las cargas físicas necesarias (nunca al revés).

2. Cantera como primera opción.
El entrenador debe conocer a fondo la cantera de su Club,  no sólo los nombres, sino la personalidad de los canteranos puesto que son un valor de la institución.
Después de un exhaustivo análisis de la plantilla ( muy útil hablar con antiguos entrenadores, directivos, aficionados...) se deben localizar los puntos a reforzar. Creo que la primera opción es darle la oportunidad a un canterano siempre y cuando se confíe en sus posibilidades, no como parche puntual, por los siguientes motivos: te lo ganarás para la causa, se adaptará a la exigencia que le pidas y obtendrás el beneplácito de la grada .Obviamente, si no se encuentra en casa lo necesario habrá que ir a buscarlo fuera pero contando siempre con el asesoramiento de un representante de garantías que sepa del mercado.

3. Establecer Normas de Conducta y Responsabilidad.
El que avisa no es traidor. Todo lo que se acuerde por el equipo y se asuma como positivo para el conjunto debe ser cumplido. Los futbolistas se saben sus derechos pero olvidan sus deberes, por lo que es imprescindible marcar a fuego las líneas a cumplir.Se debe incidir en la Responsabilidad que asumen formando parte de la plantilla y que desde que firman representan a algo más grande que si mismos.

4. Justicia: No hay intocables.
Las normas son iguales para todos y, salvo por decisiones tácticas que busquen lo mejor para el grupo, no se hacen excepciones.

5. Mejora del Rendimiento Individual.
En fútbol la suma de las partes no es igual al todo, el todo es algo mayor, se crea un ente diferente e independiente que debe actuar según una inteligencia táctica colectiva. Pero eso no quita que cada parte pueda y deba mejorar individualmente para que su aportación sea mayor. No hay mayor error que olvidarse del individuo priorizando el colectivo.

6. Identidad como colectivo.
Juntos somos fuertes, divididos somos débiles. El futbolista debe sentir que pertenece a algo más importante que sí mismo, algo que le protege y le ayudará cuando lo necesite. La identificación con unos valores y con otros jugadores para alcanzar un objetivo común tiene más fuerza que el simple éxito individual.


7. Educación y Respeto con rivales y compañeros.
Es básica para la convivencia grupal, también para la imagen del colectivo y por supuesto para evitar sanciones arbitrales. Los entrenadores debemos ser los primeros en tener categoría y educación en las victorias y en las derrotas. Equipo fino y educado.

8. Saber atender a la prensa y aficionados.
La inteligencia, como la educación, no ocupan lugar. Ser agradables y atender con una sonrisa te dará más réditos que débitos.

9. Inteligencia Táctica Colectiva.
Es lo más difícil de alcanzar, lograr que un ente colectivo piense y actúe como uno sólo. Para ello hay que contar con jugadores inteligentes y predispuestos. Dotar de varios Modelos de Juego, simplificándolos para su entendimiento, dejando de lado palabras y explicaciones académicas. El que sabe simplifica.

10. Estrategia. 
Una de las grandes olvidadas. Casi tan importante como jugar con el balón es dominar todos los registros del arte del engaño (activo y pasivo).





























































Comentarios