Entrenador procedente de la Cantera del Málaga: Victor Borrego. I parte

Muy buenas, estoy con Víctor Borrego, entrenador nacional de Ronda que desarrolla sus funciones profesionales en Málaga, habiendo sido entrenador de los mejores clubes de la provincia: UD Fuengirola, CD Puerto Malagueño y Málaga CF, con el que llegó a ser Campeón de España de Juveniles en 2003, habiendo entrenado a jugadores como Alexis, Apoño, Jesús Gámez, Manolo Reina, Edu Ramos o Juanmi.

 "El fútbol no es un deporte en el que gana el que mejor juega, sino el que mejor realiza su trabajo"
                 
Dentro de la serie de entrevistas que estoy realizando me gustaría saber la manera de pensar de un entrenador joven y con proyección como tú.

-¿Cómo ves el fútbol? Veo una diferencia generalizada entre el fútbol profesional y el amateur. Mientras el primero es un negocio y un espectáculo, el segundo es un hobby en el que muchos nos encontramos inmersos con la intención de llegar algún día al primero, aunque creo que se puede obtener una moderada felicidad en ambos.

 -¿Cómo te describirías en tu función de entrenador? Creo que podría definirme como un  entrenador innovador. Me gusta aplicar técnicas novedosas y poco habituales, soy dialogante, abierto y cercano, por lo que en mis equipos se crea un buen clima de trabajo. Intento exprimir la inteligencia de mis jugadores, lo que genera resultados a largo plazo, y me gusta que los jugadores lleguen a disfrutar y sentir lo que hacen.

-¿Cuáles son tus referentes? No tengo un referente especial. Aprecio la imagen y trato de Guardiola, el liderazgo de Mourinho y el trabajo de entrenadores menos mediáticos como Mel, Jiménez o Caparrós.

- El psicólogo social Emilio Cos Cuevas opina que: "El jugador debe tener claro qué es lo que tiene que hacer personalmente en la cancha y qué busca el equipo. De no ser así, puede sacar la conclusión de que él no lo sabe porque el técnico tampoco. Y así, indudablemente, le perderá (a su entrenador) la confianza"… ¿qué opinas? Creo que tiene razón en el sentido de que el jugador debe estar adaptado, a través de los entrenamientos, a las situaciones que se vaya a encontrar en la competición. Debe conocer cuál es su rol en el equipo, sus funciones y el objetivo común que nos une a todos. No me gusta que los jugadores sean autómatas dentro del campo, por eso le digo a mis jugadores: “nunca una situación vuelve a repetirse de forma idéntica (el jugador, los compañeros, los rivales, el entorno, el árbitro, la posición dentro del campo, el marcador, el tipo de balón, el estado del terreno, la meteorología, etc., todo cambia), por lo que habrá que estar preparado para pensar, decidir y ejecutar correctamente, antes que el rival.”

-Bielsa dice que "se puede ganar con un estilo y con el antagónico, pero no con aquel en el que uno no cree". Estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación. El fútbol no es un deporte en el que gana el que mejor juega, sino el que mejor realiza su trabajo, independientemente de que se base más en el ataque o en la defensa. A mí me gusta mucho más el juego de ataque, pero es mucho más difícil enseñar a construir que a destruir, por eso mi método intenta crear jugadores inteligentes en un proceso más largo. A pesar de ello, pienso que en el fútbol, sobre todo en el alto rendimiento, siempre gana el equipo que mejor defiende, o dicho de otra manera, el que comete menos errores.

-Dentro de la preparación física de un equipo, ¿cómo distribuyes el trabajo y qué metodología sigues? Dado que los equipos no suelen tener una organización del trabajo físico en sus etapas anteriores y llegan con carencias en los aspectos condicionales, creo necesario que exista una parte específica dedicada a que los jugadores se adapten a las exigencias de la competición, por lo que la metodología que siguen mis entrenamientos se basa en la Teoría de la Acción que indica que la competición es la referencia del entrenamiento y compone su estructura específica, ya que determina todo el proceso de desarrollo del modelo de juego, por ejemplo un futbolista no tiene porqué entrenar 20’ de carrera continua, ya que no forma parte de las exigencias de su competición. Dentro de la Preparación Física entreno aquellas cualidades que entiendo tienen mayor transferencia con los movimientos a desarrollar en los partidos: para la fuerza utilizo entrenamientos funcionales (se entrenan movimientos y no músculos), resistencia intermitente integrada, coordinación con y sin balón y velocidad con finalización y oposición, aplicando en ellas un alto grado de procesos mentales previos (que piensen antes de decidir), y ADM de tipo balístico o dinámico.


-¿Qué crees que debe tener un entrenador para llegar a Primera División? Pues creo que se basa, por un lado en saber (formación), querer (motivación) y poder (equipo), y por otro en la conjunción de un cuerpo técnico coordinado y algo de suerte para estar en el momento adecuado, en el lugar correcto.


-Hasta que punto crees que un aspecto distintivo de un buen entrenador sea el transmitir lo que siente por lo que hace: Contagiar y entusiasmar. Es esencial. La motivación es un elemento que mejora el entrenamiento, la competición y la recuperación. Es el único elemento que trabajándolo hace que los jugadores desarrollen una tarea por interés propio, sale de dentro y es la fuerza de mayor poder en el fútbol. Lo difícil, conseguir que aparezca. Pero creo que es una obligación para todos nosotros encontrar la forma en que los jugadores estén entusiasmados con lo que hagan en todo momento, siendo capaces de superar las dificultades y alcanzar los objetivos.

-Dentro del mundo del fútbol, donde los vestuarios son un reflejo de la sociedad , crees que los mejores no merecen privilegios, que a ellos hay que exigirles proporcionalmente a sus cualidades o, por el contrario, es bueno que noten un trato especial a la hora de trabajar. Creo que la sociedad no permite que existan discriminaciones de ningún tipo, por lo que no entiendo que exista un trato especial a la hora de trabajar en función del nivel de los jugadores. El esfuerzo y trabajo es la base de la mejora del rendimiento individual, por lo que no podemos privar de esos elementos a ningún jugador. Tal y como he comentado antes, habrá que buscar la estrategia adecuada en base a la motivación y la creación de retos personales para que los jugadores de más calidad sean los primeros en dar ejemplo. No me imagino a Rafa Nadal, Pau Gasol o Messi entrenando menos porque son muy buenos en lo que hacen. Como decía Nick Faldo: “Hay que ver, cuanto más entreno, más suerte tengo”.


-En la conferencia de prensa del 6 de noviembre del 2001, anterior al partido de Argentina frente a Perú, lo interrogaron acerca de sus virtudes como técnico: "La frontalidad y la sinceridad son valores que todo aquel que está obligado a conducir, debe tener. O por lo menos, yo como conducido, siempre aspiré a que mis conductores actuaran conmigo de esa manera". ¿Cuáles son tus líneas de actuación para manejar un vestuario y cuál es tu trato con los jugadores? Es muy sencillo, tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti. Mis líneas de actuación en el trato con el vestuario está basado en los valores que promulgo: sinceridad, respeto, esfuerzo, perseverancia, honestidad, diálogo y deportividad. Éstos son elementos que cualquiera entiende y por los que cualquiera se compromete en un proyecto. Quedan claros desde el primer día a través de las normas de equipo, y es el equipo el que corrige las desviaciones, que a pesar de que algunas surgen, cuando se resuelven hacen al equipo más fuerte. Además, ¿no es eso el deporte? Superar las dificultades para conseguir un objetivo común te da fortaleza, hace valorar el esfuerzo, crea vínculos y te sientes exitoso en tu práctica.

-"Me atrae la victoria y me doy cuenta de que el camino que más me acerca a ella es el protagonismo. Jamás pensaría un partido sin jugar en el campo rival". ¿Cómo planteas tus partidos? Mis partidos los planteo de forma estratégica. Planifico los entrenamientos siguiendo mi modelo de juego (en base a las características de mis jugadores) para mejorar los errores encontrados en la competición de la semana anterior. Cada semana intento ver al rival siguiente para conocer a los jugadores más destacados, los inicios de juego en acciones a balón parado y las fortalezas y debilidades que tienen como colectivo. A partir de ahí diseño la estrategia operática del siguiente partido para fortalecer mis virtudes y atacar las debilidades del rival. La intención es que los jugadores sepan a qué se enfrentan y cómo hacerlo.


- Basile cree que el fútbol es una mezcla de profesión, diversión y suerte; ¿cómo lo ves tú? Yo creo que el concepto profesión debe incluir todas las cualidades que como gestores de “trabajo en equipo” debemos tener. Estas englobarían una serie de habilidades directivas como la imagen, el liderazgo, la comunicación, la negociación, la resolución de conflictos, la motivación, la gestión de recursos humanos o aspectos relacionados con la inteligencia emocional.  Me parece muy importante el concepto de diversión, creo que es un reto que tenemos que conseguir los entrenadores, asociando el esfuerzo con la diversión, y eliminaría la suerte, ya que es una consecuencia de todas las anteriores, del trabajo bien realizado.


-"Jamás podría reprocharles a mis jugadores la falta de talento. En lo que sí soy inflexible es en la entrega, porque depende sólo de la voluntad de ellos, de que sólo lo quieran, no de que Dios los ilumine", ¿qué sueles exigirles a tus jugadores? Suelo exigirles que no cometan el mismo error tres veces. La primera vez no se dan cuenta, la segunda vez debe ponerlos alertas para que no vuelva a ocurrir, la tercera es un error (como suelo decirles para darle un toque irónico: “si te equivocas por tercera vez no pasa nada, no vas convocado”). Si quiero/queremos jugadores inteligentes debemos profundizar en cómo entrenamos para dotarlos de las herramientas adecuadas. A veces no saben cómo moverse o de qué forma solventar problemas, por lo que la voluntad en la entrega a veces está alejada de la capacidad futbolística. Usain Bolt podría entregarse muchísimo en sus carreras, pero quizá no tocase un solo balón. Por lo que obviamente es necesaria una adecuada combinación de entrega e inteligencia. Siempre les recuerdo a los jugadores el anuncio de una reconocida marca de automóviles: la potencia sin control no sirve de nada.

- Ángel Cappa, un técnico alistado detrás de la línea de César Menotti en cuanto a crear el ámbito ideal para que los futbolistas justamente se iluminen, lo define claramente: "Con Bielsa no comparto el criterio ni el punto de partida. Arranca de un esquema y después a ese esquema le pone los hombres. Trata en un papel de hacer el fútbol previsible para que no se le escape ningún detalle táctico. No digo que esté bien ni mal, no me gusta. Yo parto de los jugadores. No quiero soldaditos obedientes del sistema. Saber de fútbol es saber de futbolistas y no de táctica". ¿De qué lado te posicionas o tienes tu propio criterio? Tengo un concepto parecido al de Cappa. Sinceramente creo que todos los modelos de juego pueden ser eficaces de cara al resultado, siempre que se hagan bien, pero me gusta más el modelo que nace de las emociones, de lo poco previsible, de la realidad del juego. Me parece que es un modelo mucho más complicado para alcanzar el éxito, pero cuando se hace bien produce una alta satisfacción tanto en los jugadores, como en los espectadores. Me parece esencial que el público sea capaz de disfrutar del fútbol de un equipo, sea el propio o el rival. Soy el primero en admirar el fútbol como arte, venga de donde venga, y cuanto más mecánico se desarrolla, menos me gusta.


...seguirá en la segunda parte.

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